INTRODUCCIÓN
Fotografía clásica, digital, pictórica, experimental, creativa, paisajista, publicitaria,…todas son fotografías mientras la luz sea el medio de registro.
Todas las opiniones al respecto de las fotografías son totalmente respetables, ya que cada persona percibe el arte de una manera subjetiva. A lo igual que cuando alguien ve el David de Miguel Ángel solo ve “un tío desnudo”, otros ven más allá. Con la fotografía sucede lo mismo.
La fotografía tiene cientos de funciones desde retratar cosas curiosas, bellas, denunciar hechos, o incluso la manipulación. Esto ultimo acentuado en los últimos años con la aparición de tecnología que permite retocar las fotografías hasta tal punto de no distinguir entre lo verdadero y lo falso. Si lo miramos en un sentido ético deberíamos utilizarla para lo primero que he nombrado. Si estás siendo testigo de alguna injusticia fotografiarlo y denunciarlo. Si te vas de vacaciones y ves un paisaje bonito, retratarlo y compartirlo. Pero esta claro que no todo es tan bonito y que el “arte de la fotografía” (a lo igual que todos) ha caído en manos de la manipulación y del negocio.
No obstante, siempre habrá fotógrafos profesionales, amateurs, o simplemente aficionados (como es mi caso) para los que la fotografía no es una herramienta de engaño, sino que podemos sacarle infinidad de provechos, aunque para algunos se quede en mera satisfacción personal.
PROYECTO
La idea base del proyecto es sencilla: retratar las dos caras de Madrid. La primera de ellas la que podríamos llamar la “cara oscura” la contaminación, tanto visual, sonora, ambiental,…el ritmo acelerado de la capital, y el choque que representa ello para la gente que venimos “de las provincias”. La segunda la tranquilidad que puedes encontrar en algunos espacios de la ciudad. Las fotos de esto último han sido casi todas realizadas en el Parque del Retiro. También hay 4 fotos en las que se mezclan estas dos caras.
El elemento principal que he utilizado para diferenciar los dos aspectos (aparte de las localizaciones) ha sido la utilización del blanco y negro para la “cara oscura” y el color para la “cara tranquila”. Con esto también se pretende recalcar más la idea; negando el color al “estrés de la ciudad” y otorgándoselo a su antagónico.
Para no comentar las 31 fotos del proyecto una por una, lo que se haría muy largo, podríamos decir que algunas de las características principales utilizadas para la toma han sido:
- La profundidad de campo, que podemos apreciar en la mayoría de las fotos.
- Planos generales, esto es debido al carácter descriptivo que intenta ser el trabajo en general.
- El uso del color (en el caso de las fotos en color). Muchas de las fotos podemos apreciar que tienen un aspecto monocromático, y en otras predomina el contraste.
- Las texturas (en el caso de las fotos en color sobre todo), ya que las de blanco y negro en este aspecto aparecen más neutras. Con la edición de las fotos se ha intenta recalcar texturas tales como la de agua, la hierba, la arena,…
- Velocidad de obturación. En las fotos en color predominan las velocidad rápidas, con lo que los objetos en movimiento aparecen más nítidos, como detenidos en el tiempo. En las fotos en blanco y negro predominan una velocidad de obturación lenta. Con esto se pretendió dotar de dinamismo a los elementos en movimiento, para recalcar la idea de estrés y movimiento de la ciudad.
- Los ángulos de toma, que son en su gran parte ángulos normales, a la altura de la vista. Aparece alguna excepción con ángulos picados.
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